El tuétano además de ser uno de los platillos que enriquece la gastronomía mexicana, es un elemento imprescindible en los huesos de la mayoría de los mamíferos, cuya principal función es mantener y alimentar la arquitectura del cuerpo.
Un comunicado de Fundación UNAM señala que en el ser humano el tuétano es conocido como médula ósea, un tejido esponjoso hallado en el interior de los huesos como en los de la cadera o crestas ilíacas, el cual posee altos niveles de células madre que circulan por todo el organismo.
Los médicos, de ahí, obtienen la sangre medular que necesita una persona con alguna enfermedad hematológica. Sin embargo, para tener una segunda oportunidad de vida, los pacientes necesitan algún donador genéticamente compatible.
A pesar de que las células madre se producen en la médula ósea, también es posible encontrarlas en el torrente sanguíneo, por ello la técnica más común en la recolección es semejante a la de donación de plaquetas o plasma.
Fuente: Divulgación UNAM.