Investigadores del Instituto de Neurociencias de Alicante y el Instituto Central de Salud Mental de Mannheim han demostrado que los daños cerebrales producidos por el consumo de alcohol siguen progresando cuando cesa la ingesta.

El estudio muestra que seis semanas después de haber dejado de beber siguen produciéndose cambios en la materia blanca del cerebro. Estos resultados rebaten la creencia de que las alteraciones en el cerebro empiezan a normalizarse inmediatamente después de abandonar el consumo.

“Hasta ahora, nadie podía creer que, en ausencia de alcohol, el daño en el cerebro progresara”, afirma Santiago Canals, experto del Instituto de Neurociencias y coordinador de la investigación.

Los investigadores de Alicante y Alemania intentan ahora caracterizar los procesos inflamatorios y degenerativos de forma independiente y más precisa, con el fin de entender la progresión durante la fase de abstinencia temprana en personas con problemas de abuso de alcohol.

Fuente: Revista SINC.

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