Según la definición oficial de la NASA, un agujero negro es un objeto extremadamente denso y con tanta fuerza gravitacional que ni siquiera la luz puede escapar de él.

Los agujeros negros en verdad no son agujeros, pues no están vacíos. Estos contienen la mayor cantidad de materia en el menor espacio que ningún otro objeto del universo.

Fueron predichos por la teoría de la relatividad de Einstein, la cual plantea que cuando una estrella muere, deja detrás un núcleo pequeño y denso.

De hecho, la fotografía del proyecto Event Horizon Telescope no captó el agujero negro en sí, sino solo su sombra, ya que estos objetos, por su naturaleza, son invisibles.

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