El consumo de cannabis en preadolescentes y adolescentes está asociado con un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión o suicidio en la edad adulta temprana, según afirma el estudio “Asociación del consumo de cannabis en la adolescencia y el riesgo de padecer depresión, ansiedad o tendencias suicidas en la edad adulta temprana”.
De acuerdo con el periódico El País el informe señala que aunque el riesgo a nivel individual sigue siendo moderado a bajo y los resultados de este estudio deben confirmarse en futuros estudios prospectivos con un poder adecuado, la alta prevalencia de adolescentes que consumen cannabis genera un gran número de jóvenes que podrían desarrollar depresión y suicidio atribuible a esta sustancia.
Celso Arango, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría indica que, pese a los estudios que se llevan a cabo sobre el efecto que el consumo de cannabis de manera habitual en la adolescencia tiene en el desarrollo de cambios en el estado de ánimo o el desarrollo de enfermedades mentales, todavía no se sabe con exactitud de qué manera ese consumo modifica el cerebro de los jóvenes.
Lo que sí se conoce, por el gran número de estudios realizados tanto de neuroimagen estructural como de neuroimagen funcional y seguimiento de personas que consumen cannabis de forma continuada a lo largo del tiempo, “es que hay áreas del cerebro que disminuyen de tamaño en los consumidores crónicos de cannabis como, por ejemplo, ocurre con el hipocampo y la corteza, el lóbulo frontal, la parte más anterior de nuestro cerebro que es, precisamente, la que nos hace ser más humanos y nos proporciona la capacidad de reflexionar.