Una compañía alemana acaba de lanzar un brazalete que puede determinar si una bebida ha sido adulterada con las llamadas “drogas de violación”: sustancias utilizadas para facilitar un ataque sexual durante una cita.

La pulsera, que ha bautizado como Xantus, tiene la capacidad para detectar la presencia de ácido gamma-hidroxibutírico un compuesto químico que causa somnolencia y pérdida de memoria cuando se administra con alcohol, publica la revista Investigación y Desarrollo.

Kim Eisenmann, de 25 años de edad, decidió inventar la pulsera a raíz de que una amiga fue drogada en un festival. “Debido a ese ataque, mi socio, Sven Häuser y yo nos dimos cuenta de que las drogas de violación son terribles, y comprendimos que debíamos hacer algo para la protección de todos”, comentó Eisenmann, en entrevista con la cadena inglesa BBC.

En un informe publicado en 2010, la organización estadounidense National Sexual Violence Resource Center reveló que una de cada cinco mujeres sufrirá un ataque sexual en algún momento de su vida. Y otro informe determinó que, entre 2010 y 2012, alrededor de 11 millones de mujeres estadounidenses fueron violadas bajo los efectos del alcohol o las droga.

Para determinar si una bebida ha sido adulterada con drogas, el usuario de Xantus solo tiene que revolver su copa con un popote y gotear un poco del líquido en la pulsera. Si la bebida está contaminada con GHB, el área de prueba adquirirá una coloración azul.

Eisenmann confía en que su brazalete desaliente la práctica de adulterar bebidas, y también evite que las víctimas consuman bebidas contaminadas.

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