¿Se puede reducir la violencia a través de la educación?

La pregunta es, tal vez, más valiosa que nunca. Sobre todo, porque las estrategias más “globales” en realidad no atienden el problema más grande y delicado: la forma en la que nos tratamos unos a otros.

La educación, en ese sentido, tiene muchísimas ventajas, porque es una fuerza que se cuela en la vida cotidiana de todos (incluso los que no van a la escuela) y no puede evitar formar nuestra mirada sobre el mundo y, en consecuencia, la manera en la que reconocemos (o no) a quienes nos rodean.

Surge entonces otra pregunta esencial: ¿que necesita la educación para ser una herramienta que reduzca la violencia? Necesita reimaginarse, y por fortuna existen ya iniciativas que apuntan en esta dirección.

Una comunidad increíble de maestros mexicanos que, re-formándose y autocuestionándose están revolucionando las reglas del juego.

La colectividad y la colaboración son ingredientes esenciales para todo grupo humano y los maestros mexicanos que practican la metodología DIA (Desarrollo de la Inteligencia a través del Arte) precisamente están poniendo en primer plano estos conceptos. Así, desde la enseñanza, se refuerza el surgimiento de individuos independientes pero colaborativos, empáticos y que entienden la importancia fundamental del “otro”.

Al centro de su método está la noción de mediador; una idea que desmonta el concepto tradicional de docente y propone una figura flexible, empática y que construye conocimiento junto a los alumnos –en lugar de simplemente transmitir ideas y formas cerradas. Pero no solo se trata de eso.

Se trata de un método que tiene al docente como mediador y a la incorporación de la enseñanza artística como elemento fundamental.

Si desea informarse más acerca de este proyecto, por favor visite el sitio de internet institutodia.mx

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