¿Se puede querer a alguien a primera vista? ¿Son las mujeres más enamoradizas que el hombre? ¿Es el género masculino más infiel? Estudios científicos responden estas preguntas:

Uno: Se trata de una adicción: Cuándo una persona está enamorada, comienza a liberar dopamina, que despliega a su vez sus efectos. ¿Cómo? A través de la euforia, el deseo, la satisfacción, el placer y la plenitud. Según un estudio realizado por Helen Fisher, antropóloga de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, tanto las drogas ilegales como el amor provocan los mismos sentimientos placenteros.

Esto explica por qué cuando sentimos la falta de la persona que amamos, ante esta ausencia de dopamina, aparece el síndrome de abstinencia. Sucede que esta hormona o neurotransmisor activa las mismas áreas cerebrales que el tabaco, el alcohol y otras sustancias adictivas.

Dos: El amor a primera vista existe, pero distingue género: Cuando las mujeres se enamoran automáticamente comienzan a segregar dopamina y activan parte del cerebro que comparten con la memoria y la rememoración. Por este motivo, tardan más en enamorarse.

Por su parte, los hombres activan las zonas del cerebro que responden a estímulos visuales, según dice Ayala Malach. Pines, de la Medical School for International Health de Ben Gurion, Israel. ¿En qué se traduce este concepto? Para ellos, el aspecto físico desencadena la liberación de este neurotransmisor, lo que explica que se enamoren con mayor rapidez.

Tres: ¿Es un impulso, no una emoción?: Al contrario de lo que se cree, “el amor no es una emoción, sino un impulso, una necesidad fisiológica para todo ser humano”, de acuerdo con lo postulado por la antropóloga Helen Fisher, que estudia los comportamientos “del corazón” hace más de 35 años.

De acuerdo con sus estudios, ese impulso aparece con la feniletilamina -anfetamina segregada por el organismo- y cómo respuesta el cuerpo humano libera neurotransmisores como dopamina, norepinefrina y oxitocina. ¿Qué significa esto? Que cuando estos componentes se juntan, se generan los vínculos emocionales que hacen que nos relacionemos con la persona que produce estos síntomas: se acelera el corazón, aparecen los nervios, y las famosas “mariposas en el estómago”.

Cuatro: “Los amores prohibidos son los más deseados”: Los llamados amores imposibles son además de conflictivos los más buscados por las personas. La dopamina también está vinculada a la motivación y a las conductas que tienen que ver con alcanzar objetivos concretos. Percibir un hecho como improbable o prohibido hace que el cerebro lo vea como más atractivo, y los sentimientos se vean intensificados.

Cinco: La infidelidad, siempre está presente: Según sostiene la ciencia, el individuo siempre seguirá la estrategia de reproducción que le permita tener más hijos.

“La monogamia es antinatural, ya que antes de ser sedentarios, la reproducción no se limitaba a una sola pareja, cuantas más parejas tuvieran las hembras tenían mayores posibilidades de tener hijos”, sostuvo el doctor en Psicología Christopher Ryan.

Sin embargo, aclaró: “Tenemos la capacidad de controlarnos y dijo que la monogamia es como ser vegetariano.

Según investigaciones de la Universidad de Cambridge, el motivo científico que explica la monogamia en los mamíferos es la protección que efectúa la hembra por sobre los demás machos que no son su pareja. Según el estudio, los mamíferos monógamos lo son “para evitar el infanticidio, es decir que otros machos maten a sus hijos para mantener relaciones con la madre”.

Seis: La belleza importa, pero el misterio atrae: Según Fisher, “nos enamoramos de personas que resultan misteriosas”. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Nuevo México en 2011, los seres humanos se sienten atraídos por la simetría. ¿Qué significa esto? Los rostros que tienen proporciones parecidas o cuentan con este rasgo característico de las formas geométricas por lo cual se puede trazar una línea recta y ambas caras coincidirán en sus atribuciones, activa las áreas cerebrales implicadas en el enamoramiento.

Los varones de prácticamente todas las culturas se sienten especialmente atraídos por la figura femenina cuya relación entre el diámetro de la cintura y el de la cadera es de 0.7, ecuación que resulta de dividir el perímetro de la cintura de una persona por el perímetro de su cadera”.

En este sentido, según aclaró, “poco importa el peso del cuerpo si esa proporción se mantiene”.

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