El recorte de 75 por ciento al gasto operativo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), decidido por Presidencia de la República vía su decreto de austeridad de abril pasado, podría llevar al colapso la gestión de esos espacios de alta diversidad biológica que suman 90.8 millones de hectáreas, de las cuales, 21.9 millones de ha son terrestres y 69.5 millones de ha son marinas.
Tan solo la superficie terrestre equivale a 11 por ciento del país, aproximadamente la suma territorial de los estados de Sonora y Yucatán. En estas viven 1.5 millones de mexicanos.
“En el caso de las Áreas Naturales Protegidas podemos hacer la analogía de que antes del decreto de austeridad ya las tenían en terapia intensiva, con respirador, tras cinco años de recortes, y ahora han decidido quitarle en ventilador. Será muy complejo lograr objetivos fundamentales”, advirtió el investigador de la Universidad de Guadalajara, Enrique Jardel Peláez.
“El problema es que se tiene una muy convencional visión de la economía; no hay un reconocimiento cabal por parte de la sociedad, pero parece que tampoco de parte del gobierno y no se reconoce la importancia de los servicios ambientales de los ecosistemas, que a final de cuentas son la base de la existencia humana”, subraya el especialista.
Las ANP contribuyen a la economía a través de recursos naturales que mantienen actividades productivas y son áreas con población significativa, generalmente subestimada. Toda la sociedad depende, entonces, de su conservación, y en general, de todas las áreas silvestres”, agregó.
La Conanp tenía hasta esta semana 1,122 empleados. Tuvo 1,497 en 2012. Desde entonces, el presupuesto del organismo bajó 45 por ciento, previo al decreto de austeridad, mientras la superficie protegida aumentaba 400 por ciento, con la creación de gigantescas reservas marinas tanto en el Pacífico como en el mar Caribe.
Fuente: Verdebandera