Las personas con un músculo cardíaco debilitado no solo sienten rápidamente que se quedan sin aire, sino que también presentan síntomas relacionados con el sistema nervioso, como cansancio y mareos, según los resultados de una investigación publicados por la revista Investigación y Ciencia.
De acuerdo con el artículo hasta ahora, no estaba claro el modo en que la capacidad reducida de bombeo sanguíneo y la consecuente escasez de oxígeno perjudicaban la estructura cerebral. Un grupo del Instituto Max-Planck para Ciencias Cognitivas y Neurociencias de Leipzig ha dado un paso adelante en la respuesta a esta cuestión.
Matthias Schroeter y otros investigadores promotores del estudio han analizado la relación entre la insuficiencia cardíaca, la circulación sanguínea deficiente y las modificaciones estructurales del cerebro.
Para ello, efectuaron una resonancia magnética a 80 pacientes del Centro de Cardiología de Leipzig y midieron el volumen sanguíneo por latido del corazón, así como la cantidad en sangre de un biomarcador de la insuficiencia cardíaca.
Según observaron, la densidad de sustancia gris, compuesta principalmente por somas de neuronas, era menor en el lóbulo frontal cuanto menor era el volumen sanguíneo.
Además, establecieron una relación negativa entre el biomarcador y la densidad en las siguientes regiones cerebrales: el giro cingular, el hipocampo y el precúneo.
Los investigadores concluyen que la insuficiencia cardíaca puede dañar las áreas del cerebro que intervienen en los procesos de aprendizaje y memorización. Asimismo, consideran que puede estar relacionada con un mayor riesgo de demencia.
Por ello, habría que ahondar en el estudio de los efectos cognitivos de la insuficiencia cardíaca.