aúl Rojas vive a casi 10,000 kilómetros, pero sigue cada paso de la pandemia por México. Radicado en Alemania desde hace varias décadas, el matemático de la Universidad Libre de Berlín está al tanto de los contagios, las muertes, las vacunas y las conferencias diarias del Gobierno sobre el avance del virus. Sus críticas son duras.
Tras analizar los últimos datos de exceso de mortalidad en el país, actualizados hasta finales de febrero, Rojas afirma que para saber el número real de decesos por Covid hay que multiplicar por 2,5 las cifras oficiales.
“Extrapolando las cifras de exceso de muertes hasta abril deben ser ya medio millón de personas que han fallecido por Covid, por lo menos”, lamenta el académico entrevistado por el periódico español El País y remata: “La gestión de la pandemia en México ha sido un fracaso fenomenal”.
El exceso de muertes ha sido uno de los puntos más polémicos en las discusiones académicas y en los medios sobre el impacto real de la pandemia. Pero los términos y los números citados a menudo son confusos, incluso para los expertos.
A finales de marzo pasado, el Gobierno mexicano admitió que el número real de muertos por la pandemia rondaba los 321,000. La información se basa en el llamado exceso de mortalidad, un cálculo de las propias autoridades. Cada país tiene un número de fallecimientos esperados al año.
En México, con una población que ronda los 128 millones y una edad promedio de 29 años, se espera normalmente que mueran alrededor de 730,000 personas cada año, explica Rojas. El exceso de muertes son todos esos decesos que no estaban contemplados.
“La mejor forma de medir el efecto de la pandemia es ver no solo los datos que se reportan de muertes por Covid, sino el exceso de muertes porque en México hay un subregistro”, señala. Ese subregistro se debe a que no todas las personas mueren tras tener un diagnóstico confirmado de Covid y por lo tanto, no entran en las estadísticas.
A partir de aquí hay diferentes puntos de vista. El Gobierno asegura que no todas esas 444,000 personas murieron de Covid, sino que solo fueron 321,000 y que el resto se explica por otros padecimientos.
“No es factible”, puntualiza Rojas, “no les creo”.
El matemático señala que la única diferencia entre 2019 y 2020 fue la epidemia de covid-19. “Si hubiera habido dos epidemias, la cosa sería diferente”, argumenta, “pero el Gobierno siempre ha tratado de bajar esas cantidades”.
Para llegar a la cifra que dan las autoridades, dice el académico, se tendrían que haber revisado una por una más de un millón de actas de defunción. “Ese número está cuchareado”, afirma.
“Lo que hace el Gobierno es medio esquizofrénico”, apunta Rojas, cuestionando que en el país las autoridades ofrezcan dos cifras distintas de fallecimientos.
“Se ha mantenido esa ficción en la que por un lado están los datos oficiales y por otro, los verdaderos”, critica. “Es claramente una ficción política y que ni siquiera les conviene”, comenta el académico.
“Si la epidemia no es culpa del Gobierno, ¿para qué ocultar el número de muertos o, cuando menos, oscurecerlo?”, cuestiona.
“Creo que pasó con todos los Gobiernos populistas: privilegiaron la producción económica y sus proyectos políticos por encima de la salud de la población”, ahonda Rojas.
Falló todo -aseguró el matemático-. Cuando empezó la pandemia el Gobierno creyó que iba a ser como la epidemia de 2009.
Esa vez se hizo una gran alharaca y pensaban que iba a ser una gran epidemia y después resultó no ser tan grave. Hoy las cosas son mucho más graves, los resultados así lo demuestran.