Los remanentes del impacto de la pandemia en el mundo del trabajo aún están presentes, con una afectación desproporcionada sobre el empleo femenino. En total, 8 de cada 10 personas que salieron del mercado laboral hace un año, y que todavía no han logrado regresar, son mujeres.

De acuerdo con el periódico “El Economista”, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) señala que para el primer trimestre del año se reportó que hay 1.6 millones de personas que salieron del mercado laboral y no han retornado, así como 2 millones de personas desempleadas respecto de lo reportado en el mismo periodo de 2020, justo antes del mayor impacto y la suspensión de actividades económicas por la emergencia sanitaria por la covid-19.

A detalle, de quienes dejaron de formar parte de la población económicamente activa (PEA) por la pandemia, 1.3 millones son mujeres (84%) y 266,547 son hombres (16%).

Asimismo, se dice que de las personas que siguen desempleadas, en comparación con el primer trimestre del año pasado, 1.5 millones son mujeres (71%) y 604,422 son hombres (29%).

“El impacto de la pandemia en el mercado laboral ha caído desproporcionalmente sobre las mujeres; el 84% de los 1.6 millones de personas que salieron de la fuerza laboral eran mujeres y 7 de cada 10 personas de los 2.1 millones que ya no están ocupadas, también eran mujeres”, reconoció Julio Santaella, presidente del Inegi.

Entre los impactos diferenciados de la pandemia, también se observa que del total de personas que salieron de la población ocupada, 1.5 millones eran trabajadores informales y sólo 504,051 se encontraban en las filas de la formalidad.

En general, la población desocupada presentó un incremento de 455,346 personas, alcanzando una tasa de 4.4%; casi un punto porcentual más de lo reportado en el arranque de 2020. En tanto, la población inactiva disponible para trabajar aumentó 47% en un año, sumando a 2.7 millones de personas.

La tasa de subocupación, otro elemento de la precariedad laboral y que comprende a las personas con jornadas reducidas y con la necesidad de ofertar más tiempo de trabajo, llegó a un nivel de 13.8% en el primer trimestre de 2021, un aumento de 5.4 puntos en el comparativo anual, sumando a 2.7 millones de personas a esta condición.

Desde la perspectiva de Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, la afectación en el empleo femenino está vinculada con el incremento en la demanda de cuidados que ha implicado el confinamiento por la pandemia y que ha recaído con más intensidad en las mujeres.

Por su parte, Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad, consideró que hay diversos factores que influyeron en un mayor impacto en el empleo femenino, entre los que se destacan la crisis de cuidados y afectaciones en sectores de la economía con más participación de mujeres.

“México ha tenido desafíos importantes para incrementar la participación económica de sus mujeres, pero había avances y la pandemia amenaza con un retroceso de alrededor de 15 años”, apuntó en entrevista.

Fátima Masse consideró que las estadísticas confirman que efectivamente el efecto de la pandemia ha sido desproporcionado en las mujeres. Sin embargo, esto podría agravarse sin políticas públicas y empresariales enfocadas de manera intencional en fomentar su participación en el mercado laboral.

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