Leer en papel permite un mejor rendimiento en esa actividad que hacerlo en una pantalla, según un informe elaborado por la OCDE, organismo que agrupa a los 37 países a los que asesora sobre políticas públicas.
Al comparar el rendimiento de los estudiantes que aseguraron que “casi nunca” o “nunca” leen libros con los que afirmaron que sí lo hacen, estos segundos obtuvieron mejores resultados.
Pero hubo otra diferencia significativa, relacionada con el formato de lectura: los que escogieron el papel frente a lo digital salieron ganando. Este estudio ha sido elaborado a partir de los datos del informe PISA 2018, destinado a medir la competencia de los alumnos de 15 años en matemáticas, ciencias y comprensión lectora.
En esta última prueba, los alumnos españoles de secundaria rindieron menos en lectura que los de otros países de su entorno: obtuvieron en esta última prueba 477 puntos, frente a los 487 de media de los 37 países.
Ese resultado se dio a conocer el pasado julio, y ahora el nuevo informe de la OCDE ha revelado que los estudiantes españoles lectores de libros en papel obtuvieron 46 puntos más que los que “casi nunca” o “nunca” leen libros en la prueba general de lectura, mientras que los que solo leen libros digitales alcanzaron 26 puntos más.
Desde principios del año 2000 se han elaborado diversos estudios internacionales para comparar los efectos en la comprensión lectora de los formatos digital y papel. Una de las conclusiones principales indica que el papel suele ir asociado a una mejor comprensión, sobre todo cuando se trata de textos informativos y expositivos.
Pablo Delgado, investigador en lectura digital de la Universidad de Valencia, explica: “A diferencia del narrativo, el texto expositivo se aleja más del lenguaje cotidiano, presenta más tecnicismos, mayor densidad y más inferencias entre diferentes ideas, y por ello requiere un mayor grado de concentración que se consigue en mayor medida con el papel”.
Otra de sus conclusiones indica que al imponer un límite de tiempo la lectura en papel resulta más efectiva que la digital.
Delgado quiso afrontar su propio experimento y, con una muestra de 132 universitarios, midió su capacidad de concentración durante la lectura en ambos formatos. “Es lo que llamamos distracción de la mente, que es lo contrario del mindfulness o atención plena”, señala Delgado.
Durante la prueba de lectura, cada minuto y medio se les preguntaba a los estudiantes si estaban concentrados en el contenido o si pensaban ya en cualquier otro asunto. “El resultado fue muy clarificador: los que leían en formato papel tenían menos pensamientos ajenos a la lectura que los que lo hacían en la pantalla del ordenador”, explica.
Otros investigadores, como Daniel Cassany, del departamento de traducción y ciencias del lenguaje de la Universidad Pompeu Fabra, creen que los datos que recoge PISA no son suficientes para extraer conclusiones de por qué tienen mayor éxito académico los que leen en papel.