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Una nueva marea gigante de sargazo amenaza el Caribe mexicano

costas de Quintana Roo.

Cada año el problema del sargazo empaña la belleza de sol y playa que ofrecen algunos de los destinos más visitados de México y afecta no solo al turismo, estudios científicos han demostrado que su descomposición impacta en los ecosistemas, impide que se filtre la luz al agua y contiene una notable cantidad de metales pesados y bacterias peligrosas como vibrios.

 “El sargazo es un ejemplo de lo que el cambio climático puede hacer al planeta”, afirma la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Rosa Elisa Rodríguez.

De acuerdo con el diario español “El País”, varias universidades, entre ellas la del Sur de Florida y la UNAM, activaron programas para monitorizar el crecimiento de estas mareas de macroalgas sobre las que todavía hay más preguntas que respuestas y que se mantiene a lo largo de los años con mayor o menor intensidad desde las costas de Brasil hasta el Caribe.

Su más reciente reporte estima que este 2021 podría ser uno de los años en los que más cantidad de algas lleguen, con niveles superiores a los que se dieron en 2019, cuando solo de mayo a julio se recogieron 38,892 toneladas de algas, de acuerdo con la Secretaría de Marina.

“Tanto el este como el oeste del Caribe probablemente experimentarán cantidades crecientes de sargazo entre mayo y julio de 2021. Esta situación puede continuar en el golfo de México durante el verano y es probable que la intensidad de la floración sea más alta que en 2019″, señala el informe.

De acuerdo con cifras de 2019, mantener limpia una playa privada le cuesta a un complejo de lujo como el hotel Zoetry, en Cancún, 350,000 dólares al año.

La pandemia por la covid-19 sumó un problema adicional a la industria del turismo y la hostelería en el Estado, que vivió un desplome en la llegada de viajeros. Ahora que parece levantar cabeza, el nerviosismo vuelve al sector por la llegada masiva de sargazo.

“Es posible que aumente, pero de momento no hay previsión de que tengamos un panorama como en años anteriores”, asegura la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas. “No estamos preocupados de tener un escenario similar. Hay mucha mejor tecnología y respuesta por parte de las empresas hoteleras”, señala Vanegas en entrevista con el medio español.

Pero los investigadores no son tan optimistas y hacen un llamado a aumentar los recursos no solo para retirar las algas, sino para procesarlas adecuadamente y evitar que contaminen el subsuelo cuando se desechan.

En plena campaña electoral, la investigadora de la UNAM denuncia que muchos de los responsables de los municipios encargados del manejo de la crisis han dejado sus puestos para entrar en la contienda electoral.

Otro de los problemas que la investigadora señala es que en México todavía no existe una norma ni permisos para comercializar el sargazo.

Ante la llegada constante que viven las costas de Quintana Roo, el sargazo se ha convertido en un visitante incómodo que nunca falta a la cita, mientras las medidas de las autoridades son insuficientes para poner solución al problema.

“No hay nadie que se haga responsable de esto. Estamos como hace seis años”, dice Rosa Elisa Rodríguez.

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