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La promoción de la salud mental, otra ‘vacuna’ para hacer frente a la pandemia

El pasado mes de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó la salud mental en su guía para el manejo clínico de la covid-19, según informa la revista española SINC.

La institución recomendaba entonces el apoyo psicológico a todas las personas con sospecha o confirmación de coronavirus, así como la identificación temprana de síntomas de ansiedad y depresión para iniciar posibles intervenciones y prevenir complicaciones posteriores.

Pero no solo ocurre con los pacientes afectados por el SARS-CoV-2, la pandemia y sus meses de confinamiento, ha impactado en el bienestar emocional de los familiares o cuidadores y también de la población general. La crisis sanitaria y sus consecuencias sociales y económicas han supuesto un serio golpe para la salud mental de todos.

En el 93 % de los países del mundo los servicios de salud mental se han paralizado o reducido drásticamente a consecuencia de la pandemia

Tal y como se recoge en el texto: “Los problemas de salud física, el aislamiento, la falta de contacto social, la dificultad en la conciliación con la vida personal, los cambios de hábitos y los problemas laborales empiezan a ‘pasar factura’ a la salud mental de la población”.

La pandemia y confinamiento han provocado una mayor visión negativa del futuro y han aumentado los sentimientos de desesperanza y la sensación de soledad entre los ciudadanos. Las personas encuestadas manifestaron también sentirse más irritables y presentar más ira y más cambios de humor que antes del SARS-CoV-2.

En la actualidad, los especialistas están viendo muchos grupos afectados por la pandemia. “Al inicio nos fijábamos mucho en la salud emocional de los mayores, por el hecho de ser más vulnerables y lo que implicaba en ellos, pero ahora observamos cómo diferentes públicos sufren esta situación de manera distinta”, subraya Lacalle.

Desde el inicio de la pandemia, niños y adolescentes han experimentado cambios importantes en sus vidas. Estos han afectado a su situación familiar, así como a su acceso a la educación, el ocio y otros servicios

Las mujeres son otro de los colectivos con altos niveles de afectación. “La repercusión ha sido mucho más grande para ellas porque conciliar en época de coronavirus ha resultado todavía más difícil. Ha hecho que quizá los pocos momentos que tenían de interacción social también hayan desaparecido, y situaciones como el confinamiento y los aislamientos intermitentes les han influido más”.

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