El coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud de la UNAM, Samuel Ponce de León Rosales, afirmó que se había calculado que para 2050 se registrarían aproximadamente 10 millones de muertes por año a causa de agentes multirresistentes a antimicrobianos, pero ante lo sucedido en los dos últimos años ese escenario seguramente se adelantará.

“Necesitamos metas claras, intervenciones estructuradas, procesos factibles y regulaciones estrictas que sean supervisadas por las autoridades capaces y responsables”- subrayó el investigador.

Por su parte el representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente Ramírez, expresó que el tema es de la mayor relevancia y ha sido motivo de resoluciones de este organismo internacional debido a las muertes de miles de personas al año por el uso inapropiado y abuso de antimicrobianos y sus costos a los sistemas de salud.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud incluyó a la resistencia antimicrobiana entre los 10 retos más importantes del mundo.

Durante la pandemia por la Covid-19, dijo, el tema ha resurgido debido a las estimaciones del exceso de uso de antimicrobianos, pues hay sugerencias de que tres de cuatro pacientes con SARS-CoV-2 recibieron alguno de manera innecesaria. Las cifras varían según el país.

A su vez, el presidente de la Academia Nacional de Medicina de México, José Halabe Cherem, comentó que hoy en día se generan más perjuicios que beneficios al recetar antimicrobianos a algunos pacientes. Durante la emergencia sanitaria por la Covid-19 también ha aumentado su prescripción inadecuada.

“La iniciativa de la UNAM es plausible, tenemos esta responsabilidad y para ello habrá una declaración de control de resistencia antimicrobiana.” En este tema, subrayó, hay responsabilidad de las instituciones de salud, hospitales, médicos, médicos en formación y de los propios pacientes.

El secretario del Consejo de Salubridad General, José Ignacio Santos Preciado, destacó que en diferentes instituciones de salud se ha incorporado el sistema de clasificación AWaRe, del Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, para buscar que en 2023 el 60 por ciento de los antimicrobianos que se usen sean de menor riesgo de resistencia. Además, se ha vinculado el programa de uso racional de antimicrobianos a los criterios para la certificación de hospitales.

Durante esta vigilancia detectaron que de 40 a 50 por ciento de los pacientes que ingresan a un hospital van a recibir, al menos, un antibiótico.

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