El sitio insightcrime.org, dedicado a reseñar problemas que genera el crimen organizado en diferentes partes del mundo publica las penurias que está pasando una población en el Sur de México.
En septiembre de 2020, el equivalente al valor del avión presidencial de México fue sorteado mediante una rifa a nivel nacional, un controvertido plan a largo plazo ideado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Uno de los ganadores fue el jardín infantil José María Morelos y Pavón en El Nacimiento, comunidad indígena en el estado de Chiapas. El centro educativo, ubicado en una zona pobre de México, planeaba usar parte del dinero para construir un techo nuevo y donar 14 millones de pesos a la comunidad local.
Pero la alegría pronto se convirtió en pesadilla. El 21 de noviembre, medios mexicanos informaron que al menos 28 familias de niños que asistían al jardín infantil se habían visto obligadas a huir, dado que un grupo criminal estaba exigiendo el dinero.
“Ganamos 20 millones de pesos, pero la banda paramilitar Los Petules dice que el dinero es para comprar armas y nosotros no estamos de acuerdo”, dijo a la prensa Melesio López Gómez, representante de las familias.
Durante una protesta de las familias en San Cristóbal de las Casas, López Gómez confirmó que habían abandonado sus tierras en octubre de este año, después de meses de ataques y amenazas de muerte. Esto hizo que también perdieran más de 250 cabezas de ganado, así como cosechas de frijoles y maíz de las que depende la comunidad.
En un país donde la extorsión ha llegado a niveles alarmantes durante la pandemia de COVID-19, era posible predecir que anunciar públicamente las identidades de los vulnerables ganadores de la rifa sería contraproducente.
Los Petules son bien conocidos en Ocosingo, municipio donde se encuentra la escuela.
El grupo fue fundado en la década de 1990 como una unidad paramilitar para repeler la propagación de organizaciones socialistas, como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), según se lee en un perfil de La Silla Rota.
Desde entonces, han estado vinculados a crímenes como extorsión, homicidio, acaparamiento ilegal de tierras, tráfico de drogas y trata de personas.