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Pines y clones: la mecánica del fraude con tarjetas de crédito en Latinoamérica

Un reciente estudio sobre clonación de tarjetas de crédito en el mundo reveló algunas particularidades sorprendentes sobre el riesgo que enfrentan los clientes en Latinoamérica y el precio de compra de esta información robada.

El informe global, preparado por NordVPN, líder en la industria de redes virtuales privadas (VPN), reveló que en la dark web se encuentran a la venta los datos robados de cerca de 4 millones de tarjetas de crédito.

Estados Unidos representa el mayor porcentaje de tarjetas de crédito robadas, con más de 1.5 millones de datos hallados. Pero como lo señala el informe, eso no significa que los clientes estadounidenses enfrenten mayores riesgos, pues el uso per cápita de tarjetas de crédito presenta grandes variaciones en todo el mundo.

Cada país del estudio recibió una calificación sobre su nivel de riesgo en fraude con tarjetas de crédito, en una escala de 0 a 1. Se determinó que el mayor riesgo de robo y venta de datos en Latinoamérica lo enfrentaban los usuarios de tarjetas de crédito de México, Puerto Rico y Brasil. Cada uno de esos países tuvo una calificación de 0,6 en la escala. Esos resultados no sorprenden.

Brasil y México son los dos titanes económicos de la región, con altos índices de inversión internacional y un comercio electrónico fuerte. En México, el 15 por ciento de los mexicanos usa tarjetas de crédito y la mayoría sigue pagando en efectivo, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Aunque México y Brasil se llevan la mayor parte en porcentaje de tarjetas robadas en la región, la compra de datos de dichas tarjetas en la red no es costosa. El costo promedio fue de apenas 2.36 dólares en México y de 6.54 dólares en Brasil, unos de los más bajos de la región.

En contraste, Paraguay fue el país donde es más costosa la compra de datos robados de tarjetas seguido de Panamá, Uruguay, Colombia y Chile, según la investigación de NordVPN.

Estos países parecen caer en dos categorías. Paraguay y Uruguay se clasificaron en bajo riesgo de robo de información de tarjetas de crédito. En el caso de Paraguay, el alto precio parece determinado por la baja demanda. Solo 7 por ciento de la población usa tarjetas de crédito y solo se descubrieron 101 tarjetas de crédito clonadas.

En 2019, en Colombia se emitían 12.000 nuevas tarjetas de crédito al día. Chile presentó un alejamiento masivo de las transacciones en efectivo durante la pandemia de COVID-19, con un aumento proporcional en el uso de tarjetas de crédito. Como resultado de lo anterior, los tres países han presentado una escalada continua de fraudes con tarjetas de crédito, la mayoría valiéndose de técnicas comunes en el resto del mundo. La situación se agravó aún más desde el inicio de la pandemia, lo que puso a estos países en un riesgo no especialmente alto, pero sí en la mitad.

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