“¡Nos cayó del cielo! ¡Nos cayó de maravilla que vengan a enseñarnos una forma de trabajar!”

Estas palabras, por muy comunes que parezcan, cobran relevancia por venir de un grupo vulnerable al que pocos voltean a ver.

Es parte de un mensaje de Oswaldo, joven que está a cargo del Centro de Apoyo en Adicciones y Emociones de la Fundación Contando con un Amigo, en la colonia Plan de Ayala Sur.

Se refería al curso “Elaboración de piñatas”, que durante dos semanas impartió a internos de ese centro una instructora del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Yucatán (Icatey).

Oficialmente el curso fue de 20 horas, pero la instructora —la antropóloga Sonia Rosado Prieto— dedicó más tiempo a los jóvenes, que son adictos en recuperación.

“Este curso despertó la creatividad de todos. Se hicieron cosas que no imaginábamos”, subrayó Oswaldo, quien está a cargo del centro de apoyo desde que éste se instaló en Mérida, hace casi un año.

También dijo que el curso, que forma parte de amplia cartera que ofrece el Icatey, no solo mostró una forma de trabajar a las 23 personas que están en ese lugar sino que les elevó la autoestima y sirvió también como terapia ocupacional, un aspecto importante en la rehabilitación de un adicto a las drogas, incluyendo el alcohol.

Los internos, cuya edad promedio es de 20 a 30 años, avalan las afirmaciones de Oswaldo.

El taller de capacitación cumplió otro propósito: la instructora, al constatar el entusiasmo y la calidad del trabajo de sus alumnos, consideró que se podrían comercializar las piñatas y, con los ingresos obtenidos, pagarles a aquéllos.

Los materiales fueron aportados por el Icatey. El curso finalizó el sábado 18 pasado y el centro de apoyo está interesado en participar en otros, de diferente tipo de preparación.

Ya hay pláticas con el Icatey para que en enero próximo se imparta un curso de electricidad básica y reparación de equipos de aire acondicionado.

En estos casos los instructores se presentan en las instalaciones de la asociación civil, ya que los internos no pueden salir.

“En el Icatey asumimos un compromiso social con este tipo de asociaciones”, señaló Kirbey Herrera Chab, director del instituto. “En este caso colaboramos con una fundación que desea reintegrar a la sociedad a personas no solo recuperadas de su adicción sino con un oficio que les permita salir adelante”.

Herrera informó que este año el Icatey impartió más de 261 cursos de diferentes áreas, en beneficio de 2,550 alumnos que, además de la capacitación, reciben un documento que acredita su preparación. 78% de los participantes son mujeres.

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