Un equipo multidisciplinar con investigadores CSIC ha diseñado unas nuevas nanocápsulas o nanovesículas que permiten encapsular una molécula microARN para administrarla en el tratamiento de tumores.

Según el sitio de la agencia española SINC, estas pequeñas moléculas de ARN permiten interferir en otras cadenas del ARN mensajero, lo que trastoca la maquinaria básica de las células y resulta útil, por ejemplo, para alterar o interrumpir la propagación de células tumorales.

Vale recordar que la tecnología de ARN mensajero es similar a la que se ha empleado para la producción de vacunas para reducir el impacto generado por las infecciones de Covid-19.

Nora Ventosa, investigadora del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona, explica que estas nanovesículas, o quatsomas, consisten en una estructura compuesta por dos capas lipídicas cerradas.

Funcionan como cápsulas que las harían estables en el torrente sanguíneo y les facilitarían la entrada en las células. De este modo podrían aplicarse en pacientes.

Este estudio ha demostrado la funcionalidad de los quatsomas en la entrega de micro ARN en un tumor extracraneal sólido común en casos pediátricos de cáncer conocido como neuroblastoma, que es responsable de aproximadamente el 15 % de todas las muertes por cáncer pediátrico y carece de terapias para pacientes de alto riesgo.

Los resultados muestran que los quatsomas protegen al micro ARN de la degradación y aumentan su presencia en tumores de hígado, pulmón y xenoinjertos de neuroblastoma, entre otros.

La producción de estas nanocápsulas se ha optimizado pensando en su aplicación final y para garantizar su uso en ensayos clínicos y con pacientes.

Las nuevas nanocápsulas tienen un tamaño inferior a 150 nanómetros, son estables en una solución líquida durante más de 6 meses y pueden diseñarse fácilmente para suministrar una gran variedad de ácidos nucleicos.

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