No hay medida que pueda con el imparable aumento de precios en México, según ha difundido la agencia noticiosa española EFE.

Se indica que mientras que a inicios de año los salarios contractuales -que conforman alrededor del 60% del ingreso de los trabajadores formales- tuvieron incremento nominal de 6.7% en de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que, tras el efecto de la inflación, se traduce en una pérdida en el poder adquisitivo de -1.34%.

La inflación, que en febrero llegó a 7.28%, sigue presionando el bolsillo de las familias mexicanas y los obliga a cambiar sus hábitos de consumo. Son precisamente los alimentos más populares en el país los que más duelen en las finanzas de los consumidores: el pollo, el limón y la carne, así como frutos como el aguacate han puesto a la capacidad de compra en una caída libre.

Los productos de la canasta básica son los primeros que ven mermas. Gabriel Pérez del Peral, profesor investigador de la escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, indica que las familias que perciben entre uno y dos salarios mínimos (el 60.7% de los empleados en el país) son quienes más padecen de esta merma del poder adquisitivo. “Por ejemplo, el aceite vegetal que es base de la cocina en México ha llegado a su nivel más alto de los últimos once años”, comenta en entrevista.

De acuerdo con el especialista, el 80% de los productos y alimentos preferidos en la cocina mexicana se transportan por vía terrestre, por lo que el aumento en el precio de los hidrocarburos, así como el gas licuado de petróleo, han tenido una incidencia directa en la inflación.

Los esfuerzos del Gobierno mexicano para hacer rendir el ingreso de los trabajadores son insuficientes. Desde los estímulos fiscales hasta el aumento de salarios mínimos y contractuales en el país no sirven de nada si no se toman otro tipo de medidas.

Adicionalmente, los efectos económicos que ha tenido la guerra entre Rusia y Ucrania agravan el panorama económico para muchos países, incluyendo a México en el mediano plazo. “El problema de la inflación no es únicamente de política económica, los fenómenos van más allá de eso y podríamos esperar que en los próximos meses la inflación supere el 8%”, estima David Lozano.

Según el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos, el aumento de las temperaturas y la sequía presionaría también el aumento de granos básicos e insumos agrícolas, lo que mermaría aún más el poder de consumo de los mexicanos.

“El aumento en el precio de los insumos, derivado en primera instancia por efectos de la pandemia, se puede acentuar por el conflicto geopolítico en Europa del Este, aunado a los imponderables climatológicos como la sequía, son temas que ocupan tanto al Ejecutivo como al Legislativo, ya que representan incrementos en los costos de producción para todas las cadenas productivas del sector”, refiere el funcionario.

A %d blogueros les gusta esto: