La violencia que sacude México pasa a veces de puntillas por los medios de comunicación ante lo cotidiano y frecuente de estos sucesos, pero hay casos que logran captar la atención, como la desaparición y muerte de Debanhi Escobar, que puso el foco en la ola de desapariciones de mujeres en el estado de Nuevo León, al norte del país.

En algunas ocasiones, la brutalidad empleada por los autores hace que algunos casos logren una mayor repercusión.

Mientras tanto, es la población mexicana la que se ve obligada a convivir de manera regular con estos hechos, a veces a través de la televisión o en forma directa.

Y aunque muchos acaban por asumirlo con cierta normalización, expertos alertan de las graves consecuencias que esta violencia puede tener para la salud mental de los miles de mexicanos que están expuestos a ella.

BBC Mundo habló del tema con Juan Manuel Quijada, médico psiquiatra y director general de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud del país.

No es una novedad que en las últimas décadas México ha padecido un aumento en los niveles de las violencias, en plural, porque hay muchos tipos.

Lo que en nuestro país se ha llamado la guerra contra las drogas nos ha propiciado muchos casos de violencias, homicidios y abusos a los derechos humanos

Cuando hablamos de trastornos mentales no hay un factor unicausal, pero está muy claro que la violencia es uno de los factores más importantes para desarrollar depresión, ansiedad, trastorno postraumático y otras agregadas como el abuso de alcohol, la alteración del sueño y el aumento en el comportamiento suicida en la población.

Es triste caer en el término de la “normalización”. Sin embargo, muchas familias han sufrido por años o décadas situaciones violentas que han normalizado. Pero no por ello dejan de comportar un estrés.

Pero las estadísticas nos dicen que hasta el 30% de mexicanos van a padecer o han padecido un trastorno mental a lo largo de su vida y, a raíz del efecto covid, la prospectiva nos dice que podría llegar hasta el 40%. Y el factor de la violencia está metido ahí.

Desde luego que la violencia en México puede haber aumentado los trastornos mentales en las dos últimas décadas, puede haberse normalizado y entrado en un estado de anestesia como barrera para que no nos afecte.

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