Los antiguos mayas creían que su aliento era un vínculo con lo divino. Para purificarlo, muchas personas limaban, muescaban y pulían sus dientes, así como también algunos incluso los decoraban con piedras preciosas.

Un nuevo análisis, cuyos resultados fueron publicados por la revista inglesa “Ciencia”, sugiere que el sellador utilizado para mantener estas joyas en su lugar podría haber tenido propiedades terapéuticas, lo que podría haber ayudado a prevenir infecciones.

Durante el período Clásico muchos mayas de las tierras bajas en lo que ahora es Guatemala, Belice y México colocaron piedras de colores como jade, turquesa y pirita en la parte delantera de sus dientes. Los dentistas mayas perforaron agujeros en el esmalte y la dentina, luego colocaron las piedras y aplicaron un sellador, generalmente como parte de un rito de iniciación a la edad adulta.

Este adhesivo dental ha demostrado ser notablemente duradero: más de la mitad de estos dientes modificados de excavaciones arqueológicas aún tienen intactas sus incrustaciones de piedra.

Análisis previos del adhesivo encontraron materiales inorgánicos similares al cemento e hidroxiapatita, un mineral obtenido de dientes y huesos triturados. Estos materiales ayudaron a fortalecer la mezcla, pero probablemente no habrían sido lo suficientemente pegajosos para mantener las piedras en su lugar. La naturaleza del agente aglutinante ha sido durante mucho tiempo un misterio.

Entonces, Gloria Hernández Bolio, bioquímica del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional en México, y sus colegas analizaron los selladores en ocho dientes encontrados en cementerios en todo el imperio maya.

Utilizaron dos técnicas: una distingue grupos de compuestos orgánicos en función de la cantidad de luz que absorben; el otro separa mezclas químicas usando calor, antes de contar las moléculas individuales.

En los selladores, los investigadores encontraron 150 moléculas orgánicas comunes en las resinas vegetales. Cada muestra tenía un componente aglutinante como resina vegetal o goma, que también se han utilizado por sus propiedades repelentes al agua y pegajosas desde la antigüedad. El análisis estadístico reveló que los selladores se podían separar en cuatro grupos según esa ubicación, lo que sugiere que los practicantes locales tenían sus propias recetas. Las mezclas parecen haber sido bien pensadas, dice Hernández Bolio. “Cada ingrediente tiene una tarea específica”.

La higiene bucal era importante para los mayas, dice la coautora Vera Tiesler, bioarqueóloga de la Universidad Autónoma de Yucatán. Ella señala a Janaab ‘Pakal, el rey maya de Palenque, quien murió en 683 E.C. a la edad de 80 años con casi todos sus dientes y sin signos de caries en los que quedaban, un tributo a las notables habilidades dentales de su pueblo.

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