México se ha constituido como uno de los principales productores de metanfetaminas del mundo. Así lo señala el último Reporte Mundial de Drogas de Naciones Unidas, publicado por el diario español “El País” en su edición mexicana.
El reporte alerta además de una expansión en el mercado de esta sustancia en el país en los últimos años, algo que con la criticada política federal de “Abrazos, no balazos” establecida contra el crimen organizado.
Se trata de dos indicadores que hasta el momento no existían han llevado a la ONU a mostrar su preocupación. Primero, México ha sido el país que más incautaciones de precursores y pre-precursores de esta droga ha realizado en el mundo durante el 2020, y, segundo, en los últimos años se ha reportado un aumento del 218% en la cifra de personas que busca tratamiento médico por el consumo de ese psicoestimulante.
Para Sofía Díaz Mencio, coordinadora de proyecto en la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México, se trata de un “aumento importante” en las incautaciones en un contexto de alza global. “Antes, 84 países reportaban incautaciones de metanfetamina, y ahora, 117 países lo han hecho”, dice en conversación con este periódico.
La ampliación del mercado se ve también en el aumento del consumo. “Un nivel más alto de uso intensivo de metanfetamina, en comparación con el uso de otras anfetaminas, es claramente visible en México, donde 29,680 usuarios de metanfetamina estaban en tratamiento por drogas en 2020, en comparación con solo 727 usuarios de anfetamina”, dice el informe.
La ONU, que trabajó a la par de instituciones federales como la Secretaría de Gobernación o la Comisión Nacional contra las Adicciones, ha asegurado que el Gobierno mexicano reportó que las anfetaminas se habían convertido recientemente en la droga detectada con mayor frecuencia en las personas fallecidas en un contexto relacionado con drogas.
Los datos vienen, en parte, del análisis de aguas residuales que muestran además una expansión del consumo dentro del territorio nacional. Antes se concentraba en la frontera con Estados Unidos, una de las históricas zonas más afectadas, y donde se ha documentado el consumo por parte de jóvenes, migrantes y trabajadores sexuales. Ahora ya no se limita ese indicador a esa región en particular, sino que alcanza a gran parte del país.
Sobre México, los datos del cannabis que se han registrado señalan “una fuerte disminución de las incautaciones a medida que el cannabis de mayor potencia estuvo ampliamente disponible en los Estados Unidos y los grupos delictivos organizados cambiaron su enfoque hacia otras drogas”.