En América Latina y el Caribe, los altos precios de los alimentos continúan generando inseguridad y al sumarse las reducidas cosechas de cereales; los desastres naturales y la agitación sociopolítica, se estima que 5.6 millones de personas experimenta condiciones de seguridad alimentaria aguda, alertó el Banco Mundial.

De acuerdo con la información publicada en el portal de “El Financiero”, las interrupciones en el comercio mundial, incluidas las sanciones económicas a Rusia, uno de los mayores productores y exportadores de fertilizantes del mundo, han afectado significativamente a América Latina y el Caribe”,

El Banco Mundial identificó a Perú como uno de los países más afectados no solo en la región, sino en el mundo.

Para darse una idea, la población total de América Latina y el Caribe en 2021 alcanzó las 658 millones 90 mil personas, según datos del Banco Mundial, lo que significa que 8.5 por ciento de la población en la región experimenta condiciones de crisis en seguridad alimentaria.

El área de mayor preocupación es el Caribe Oriental, pues se calcula que 2.8 millones de personas están en situación de inseguridad alimentaria.

“La alta dependencia de las importaciones de alimentos hace que la región sea particularmente vulnerable a los altos precios internacionales de los alimentos. El índice de precios de los alimentos de la FAO en junio de 2022 estaba un 23.1 por ciento por encima de su valor hace un año”, explicó la institución.

Perú es uno de los países más afectados a nivel mundial, con sanciones internacionales o restricciones a la exportación que afectan a casi 69 por ciento del uso de fertilizantes.

A través de las Expectativas Agroalimentarias 2022, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que la producción de maíz amarillo en México es insuficiente para cubrir la demanda nacional: 73.2% se cubre con importaciones, las cuales se destinan básicamente al sector pecuario.

Entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 las compras al exterior se estiman serán de 15.8 millones de toneladas, similares a las del periodo anterior, señalan las expectativas.

La cosecha nacional de este grano será de 3.4 millones de toneladas, 22.6% más que el periodo anterior, indica el reporte. En tanto, la producción de maíz blanco, que se destina para consumo humano, será de 24.7 millones de toneladas, lo cual será 1.7% más que el ciclo precedente.

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