La inflación en México registró en julio un nuevo repunte que llevó la tasa anualizada a 8.15%, el mayor registro en más de dos décadas, impulsada por los incrementos de precios de algunos alimentos lo que ha forzado a muchos en el país a cambiar sus hábitos alimenticios.
Según la edición electrónica de “Los Angeles Times”,el INEGI anunció que el Índice Nacional de Precios al Consumidor fue de 0.74% en julio en comparación con el mes anterior. En junio, la inflación anualizada había sido de 7.99%. Esto llevó a que la tasa anualizada sea la mayor desde diciembre de 2000.
De acuerdo con ese reporte del INEGI, la aceleración de la inflación en julio se debió en parte a los aumentos de precios en particular en alimentos básicos como el tomate verde, la cebolla, la papa, los huevos, la carne de cerdo y la naranja. En los últimos 12 meses los alimentos y bebidas no alcohólicas han acumulado un alza de 14.5%.
La directora de análisis económico del grupo financiero local Banco Base, Gabriela Siller, dijo a The Associated Press que los precios de los alimentos han continuado al alza debido a las presiones generadas por la guerra entre Rusia y Ucrania y las interrupciones en las cadenas de suministros.
Los incrementos en los alimentos y servicios básicos como el gas y la electricidad han golpeado con mayor intensidad a los mayoritarios sectores pobres de México, con ingresos menores a los 165 dólares al mes, señaló un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad.
La inflación subyacente -que determina la trayectoria de los precios en el mediano y largo plazo- mantuvo en julio el ritmo de crecimiento y alcanzó una tasa anualizada de 7.65%, con lo que se acumularon 20 meses continuos de aumentos.
Ante ese contexto, los analistas prevén que el resto del año la inflación seguirá acelerándose y podría cerrarse 2022 con una tasa por encima del 8.7%.
Para hacer frente a la aceleración de los precios el Banco de México aprobó a fines de junio un alza histórica de la tasa de interés interbancaria de 75 puntos básicos y la llevó a 7,75%. Siller indicó que es muy probable que el organismo monetario vuelva a elevar esta semana la tasa de interés en 75 puntos base para ubicarla en 8.5%.
Las medidas acordadas por el gobierno federal no han generado mayores expectativas entre los analistas que estiman que su impacto será muy reducido debido a las fuertes presiones inflacionarias generadas por el conflicto bélico en Europa.
México enfrenta las presiones inflacionarias en medio de un débil desempeño de su economía que creció en el segundo trimestre del año 1% en comparación con el trimestre previo.