La mayoría de las personas que gozan de compartir su vida con un lomito reconocerán muy bien que entre todos los peculiares comportamientos que suelen tener se destaca aquel hábito de consumir hierbas, plantas o pasto, aunque es cierto que no todos los caninos lo practican, sí es algo muy común entre estos animales domésticos.
¿Por qué come pasto?
Hay muchos supuestos motivos sobre por qué sucede esto, pero poca evidencia científica, y la mayor parte de esta indica que puede que no tenga mucho de qué preocuparse.
Aunque no se ha documentado una prevalencia, se reconoce que esta conducta parecer ser bastante común a juzgar por la frecuencia con la que se pregunta a los especialistas.
Ante esto, algunas investigaciones han determinado que inclusive los cánidos salvajes (como lobos) ingieren regularmente material vegetal, especialmente hierba. Por otra parte, se indica en un estudio que aproximadamente el 79% de los perros sanos y bien cuidados comen plantas, particularmente pasto, por lo cual, comer plantas parece ser un comportamiento común de los perros domésticos.
Las razones que se han sugerido de este comportamiento son:
Signo de enfermedad: La mayoría de las comidas de plantas ocurren en perros que muestran signos de enfermedad
Los perros consumen pasto para autoinducirse vómito para aliviar el malestar estomacal.
El consumo de plantas ocurre principalmente debido a una deficiencia dietética de algún tipo.
El consumo de plantas es un comportamiento normal, relativamente innato, que posiblemente refleja una predisposición conductual de sus ancestros y parientes cánidos salvajes.
Con la escasa evidencia científica que hoy en día existe debes saber que la razón más aceptada es la última.
En cuanto si esto refleja una deficiencia dietética, se acepta que se necesita un estudio detallado que investigue las deficiencias de nutrientes específicos, pero los datos recabados indican que los perros que no reportan consumir hierba no tenían una dieta tan diferente de aquellos que sí lo hacen, e inclusive el 27% de estos últimos recibían durante sus comidas verduras o frutas, lo que sugiere que esto podría no ser el motivo de tal conducta.
De esta manera, lo más aceptado hasta ahora es que el consumo de plantas es un comportamiento normal, relativamente innato, que posiblemente refleja una predisposición conductual de sus ancestros y parientes cánidos salvajes.