“En México, 6 de cada 10 personas se encuentran en algún nivel de inseguridad alimentaria, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021”, sostiene el periódico “El Economista” al revelar un informe que determina que “la inseguridad alimentaria ha incrementado de manera importante con la pandemia; la crisis económica que implicó redujo significativamente el ingreso promedio de las familias y esto impactó la cantidad y calidad de alimentación”.
Según cifras de la encuesta, 6 de cada 10 mexicanos están en algún grado de inseguridad alimentaria —que no es sinónimo de hambre—.
La inseguridad alimentaria tiene varios niveles, desde quitar alimentos de la dieta por la imposibilidad de costearlos hasta saltarse comidas por uno o más días.
Esto implica desde dejar de comer algunos alimentos por su precio, cambiar de marcas a las que son más baratas, comer menos veces al día o reducir las porciones y hasta pasar días sin comer.
Al ahondar en la información, la publicación afirma que el 60.8% de la población mexicana se encuentra en algún nivel de inseguridad alimentaria. Esto implica que enfrentan desde preocupación para acceder a los alimentos hasta saltarse comidas o dejar de comer por días.
De esta manera sólo 4 de cada 10 mexicanos tienen certeza total sobre la calidad y cantidad de su alimentación.
Po lo anterior, el 10.1% de los mexicanos se encuentran en inseguridad alimentaria severa, 15.8% en inseguridad alimentaria moderada y 34.9% en inseguridad alimentaria leve.
En el país, los grupos de población más vulnerables a la inseguridad alimentaria son los que se encuentran en pobreza, los que habitan en las zonas rurales del país, así como los que son hablantes de una lengua indígena, quienes se concentran en los estados del sureste: Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla.