Diferentes estudios sugieren que el consumo frecuente de marihuana durante la gestación incrementa el riego de que el bebé tenga un peso menor de 2,5 kilos al nacer y sufra alteraciones en el desarrollo cerebral. Estas alteraciones se manifestarían más adelante en la vida como dificultades para resolver problemas, déficits de atención y de memoria y trastornos del comportamiento.

Según la información publicada por la revista “Investigación y Ciencia” en la actualidad, el conocimiento sobre los efectos perjudiciales de la marihuana sobre el feto sigue siendo limitado, especialmente aquellos que se producen a largo plazo. Estudios previos detectaron que los bebés que estuvieron expuestos al cannabis en el útero materno tenían un mayor riesgo de sufrir diversos trastornos psiquiátricos durante la infancia temprana y media.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics aporta más información sobre las consecuencias a más largo plazo en la salud mental de este colectivo.

Investigadores de la Universidad Washington en San Luis recopilaron los registros clínicos hasta el año 2020 de más de 10,600 niños con una media de edad de 10 años. Los datos de las madres y de sus hijos se obtuvieron de un estudio previo en Estados Unidos que comenzó en 2016 y en el que se encuestaron a las primeras sobre su consumo de marihuana durante la gestación.

Los resultados muestran que los niños que estuvieron expuestos a la marihuana durante el embarazo tenían mayor riesgo de sufrir diversos trastornos psiquiátricos a lo largo de la infancia y hasta llegar a la adolescencia temprana, precisamente a los 12 años.

Entre estos trastornos se encontraban la depresión y la ansiedad. También se registraron más comportamientos agresivos, problemas de conducta y sociales, síndrome de déficit de atención e hiperactividad, consumo problemático de drogas, entre otros relacionados.

El riesgo de sufrir estos problemas era más acentuado en el grupo de niños cuyas madres consumieron cannabis tanto antes como después de que supieran que estaban embarazadas.

Dado que la adolescencia es un período vital en el que se acentúan o aparecen con más frecuencia diversos trastornos mentales, aquellos que se expusieron al cannabis durante el embarazo podrían ser especialmente vulnerables en esta época de la vida.

Por esta razón, los investigadores creen que la incidencia de los trastornos mentales y los problemas de comportamiento y sociales se incrementará aún más en este grupo etario cuando lleguen a los 14 o 15 años.

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