Como habrá notado, los mosquitos no nos atacan a todos por igual. Hace tiempo que sabemos que estas plagas no se sienten atraídas por todas las personas de la misma manera, según ha publicado en un informe la revista “Investigación y Ciencia”
Un equipo de investigadores ha intentado averiguar qué hace que algunas personas sean “imanes de mosquitos” mientras que otras se libran de las picaduras.
En un nuevo artículo publicado a mediados de octubre pasado en la revista Cell, los autores del estudio en cuestión sugieren que ciertos olores corporales son el factor decisivo.
Cada persona tiene un perfil olfativo único formado por diferentes compuestos químicos, y ahora sabemos que los mosquitos se sienten más atraídos por las personas cuya piel produce altos niveles de ácidos carboxílicos.
Además, también han observado que esa tendencia se mantenía constante a lo largo del tiempo, sin importar los cambios introducidos en la dieta o en los hábitos de aseo personal.
“¿Por qué los mosquitos pican más a algunas personas que a otras? Mi madre, mi hermana, la gente de la calle, mis compañeros… todo el mundo quiere saberlo”. Como se trata de algo de mucho interés público fue que los investigadores diseñaron un estudio específico.
El equipo analizó los perfiles olfativos de todos los participantes para averiguar la causa de esta gran diferencia. Encontraron una posible correlación: la piel de los más atrayentes contenía mayores niveles de ácidos carboxílicos, mientras que la de aquellos a los que los mosquitos picaron menos contenía una cantidad mucho menor.
Los ácidos carboxílicos son compuestos que los humanos emiten en abundancia, mientras que otros animales no lo hacen. Así que, es probable que los mosquitos se hayan aficionado a los ácidos carboxílicos porque son un excelente indicador de que han localizado a un humano.
Si a usted le pican los mosquitos mucho más que a sus amigos, puede consolarse con la idea de que les encanta su perfil olfativo porque es muy humano.
Pero si usted cree que puede ser uno de esos imanes, no pierda la esperanza. Puede que la clave sea añadir nuevas bacterias al microbioma existente en la piel para alterar su perfil olfativo.