Los hombres van a tener problemas para ser fértiles en apenas una década, de seguir este ritmo: la cantidad de espermatozoides por eyaculación no ha dejado de bajar desde hace casi un siglo, según ha publicado en su portal de noticias el periódico español “El País”.
La información señala que la concentración del esperma también ha bajado a menos de la mitad que hace 50 años, acercándose al umbral de la infertilidad, así como que también el ritmo del descenso se ha acelerado en lo que va de siglo, doblándose. Son los datos alarmantes de un trabajo con estudios de 53 países.
Los autores de la investigación no se han adentrado en las causas, pero señalan a determinados hábitos de vida y la exposición de contaminantes químicos ya desde el feto.
La investigación que lidera, publicada en Human Reproduction Update, muestra que el número de espermatozoides ha pasado de 101 millones por cada mililitro a 49 millones por mililitro desde 1973, fecha de los primeros estudios disponibles. La cantidad total también ha tenido un descenso acusado, pasando de 335.7 millones por eyaculación a 126.6 millones en 2018, último año disponible.
El trabajo muestra otro dato tan inquietante como intrigante: el ritmo de descenso se está acelerando. Mientras que desde 1973, la concentración espermática ha bajado a un ritmo anual del 1.16%, desde 2000 lo ha hecho a una velocidad del 2.64%.
Jaime Mendiola, coautor del estudio y profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Murcia, dice que es esta aceleración lo que más les preocupa. “No sabemos si va a ir a más”, afirma. Sobre las causas del declive mundial de espermatozoides, todo son hipótesis.
Este investigador dice que además de los malos hábitos de vida y condicionantes actuales, hay que mirar hacia atrás, “a la exposición prenatal; cuando estamos en el feto es la época crítica para el desarrollo testicular”. Así que la crisis se estaba gestando desde hacía décadas.
El catedrático de la Universidad de Granada Nicolás Olea, uno de los que más ha investigado sobre la calidad del esperma en España, coincide con los autores del estudio y con Garrido en lo complicado que es determinar las causas exactas del problema, pero tiene sus supuestos culpables: “Sospechamos que la exposición temprana del embrión/feto y el niño a contaminantes con actividad hormonal, disruptores endocrinos, tiene mucho que ver”. De hecho, su grupo ha publicado recientemente varios trabajos sobre la presencia de disruptores endocrinos en la leche materna en España.