En los últimos años, se ha popularizado el uso de cannabis y de distintos cannabinoides para el tratamiento de diferentes tipos de dolor. Sin embargo, la utilidad de estos fármacos sigue sin estar clara, en parte por el limitado número de estudios de elevada calidad.
De acuerdo con la revista española “Investigación y Ciencia”, una reciente revisión sistemática y metaanálisis, realizada por científicos de Suecia sugiere que el alivio del dolor que ofrecen diferentes cannabinoides no es más que un efecto placebo. La revisión recopila un total de 20 ensayos clínicos, en los que participaron 1459 personas de entre 33 y 62 años afectados por dolor de diferentes causas.
Todos los ensayos clínicos registraron la intensidad del dolor, descrita por los participantes, antes y después del tratamiento, y el efecto del tratamiento se comparaba con el de un placebo. Los autores también analizaron la atención mediática que recibía cada estudio y si esta era positiva, negativa o neutral, mediante el registro de menciones.
En el ensayo clínico los pacientes informaban de dolores mucho menos intensos tras el uso del placebo. Este efecto era de moderado a grande y variaba según la persona. Además, cuando se comparan los efectos del placebo aplicado a grupo de cntrol y los de los cannabinoides sobre el dolor no se encontraban diferencias significativas.
Sin embargo, esta percepción positiva no mantenía ninguna relación con los resultados. Es decir, que hubiera una mayor proporción o un mayor número de publicaciones positivas sobre cada artículo científico no dependía de la eficacia real que obtuviera el tratamiento con cannabinoides en el ensayo.
Los autores plantean la hipótesis de que este trato tan positivo en los medios por Internet sí que puede influir en las expectativas de los pacientes y, por tanto, en la respuesta al placebo que se genera en futuros ensayos clínicos.
Otros estudios previos muestran que los medios de comunicación y los contenidos en Internet pueden potenciar las expectativas de los pacientes.
De ser así, esto sería una razón adicional para que los ensayos clínicos en este terreno cuenten con una elevada calidad, para poder distinguir con rigor el efecto real del cannabinoide con respecto al placebo. Si estos no se realizan de forma adecuada, se corre el riesgo de sobreestimar la eficacia del de esa sustancia porque el efecto placebo inducido es menor.

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