Las tasas de cremación se han disparado en los últimos años debido a que es una opción mucho más económica y ecológica que los entierros tradicionales, destaca un reportaje que publican medios canadienses.
De acuerdo con la información se opina que las regulaciones que controlan el uso de las cenizas no tienen mucho sentido, incluso, en algunos países son ilegales e indica que por suerte, Gerard Moliné está cambiando las cosas con un espacio lleno de vida.
Gerard se ha desempeñado en el área de la creación, desarrollo y gestión de ideas y productos con un enfoque sostenible y ecológico.
Uno de sus logros más sobresaliente es Bios Park, un parque hermoso que funciona como cementerio donde las personas pueden enterrar las cenizas de sus seres queridos para que se conviertan en árboles.
Para este emprendimiento, Gerard se inspiró en un recuerdo de su infancia. Un día se encontró con un pájaro muerto en el jardín.
Rápidamente, su abuela lo levantó, lo enterró en un hoyo y sembró algunas semillas de flores en la superficie.
Cuando Gerard creció e investigo un poco, se dio cuenta de todo los beneficios que había detrás y no entendía cómo no existía un lugar que permitiera esto, así que en 1997 comenzó diseñando unas urnas biodegradables que convierten las cenizas en árboles.
Recientemente, Gerard consiguió un enorme terreno en Québec, Canadá, mismo que ha convertido en Bios Park.
Se trata del primer cementerio en donde las personas pueden plantar sus urnas biodegradables para ver a sus seres queridos convertirse en árboles y dejar en el pasado la imagen gris y triste de los cementerios tradicionales.
Y Usted, ¿estaría duspuesto a tener un destino como este si tuviera la oportunidad de hacerlo?
