Las autoridades neerlandesas interceptaron tres cargamentos de drogas inusuales procedentes de México en el principal centro de conexiones del país, el aeropuerto Schiphol, lo que evidencia una nueva tendencia en el tráfico de narcóticos hacia Europa.
El 5 de enero, agentes de aduanas hallaron 136 kilos de cocaína y 9 kilos de metanfetaminas en un contenedor que llegó a Schiphol desde México, según informó en Twitter la Policía Real Neerlandesa el 9 de enero.
El impulso de los narcotraficantes mexicanos por extenderse a los mercados internacionales parece favorecer la carga aérea, al menos para el tráfico de metanfetaminas, y en su calidad de tercer aeropuerto de carga con mayor tráfico de Europa, Schiphol es un punto de recepción crucial.
Desde 2021, la mayoría de los decomisos de metanfetaminas mexicanas fuera del continente americano tienen que ver con carga aérea, que sale del aeropuerto internacional de Ciudad de México, en cargas de 50 a 200 kilos de metanfetaminas en cristales o líquidas, según el análisis de InSight Crime publicado en su sitio de internet.
Durante ese periodo, los Países Bajos no han hecho interdicciones importantes, pero tienen una historia de drogas procedentes de México. En 2019, la policía neerlandesa halló 2.5 toneladas de metanfetaminas mexicanas en un edificio de oficinas de Róterdam. Desde entonces, el organismo ha identificado a 17 mexicanos sospechosos de facilitar la producción de metanfetaminas en el territorio neerlandés, según el último Informe sobre Narcóticos de 2021.
Tampoco se trata necesariamente de la iniciativa de los carteles, señaló Arthur Debruyne, corresponsal en México del portal de medios neerlandés FD y autor de un libro listo para salir al mercado sobre el tráfico de metanfetaminas entre México y los Países Bajos. También hay traficantes mexicanos pequeños y medianos intentando diversificar sus destinos, en respuesta a la saturación del mercado estadounidense, que llevó los precios de las metanfetaminas a pisos históricos.
En diciembre, un informe conjunto de Europol y la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) identificó una mayor colaboración entre los carteles mexicanos y redes criminales que operan en la Unión Europea para introducir ilegalmente cocaína y metanfetaminas al continente.
“Lo más común es que se camufle la droga entre alimentos, materiales y equipos de construcción, y otras mercancías, como filtros de agua y marcos de puertas de madera”, señaló el documento, que también indicó que la mayor parte de las metanfetaminas que entran al continente se reexportan a destinos más lucrativos en Oceanía.
