Las denuncias de aumento de la extorsión en el sur de México indican que las campañas antipandillas en Centroamérica pueden estar llevando a la migración de pandilleros que engrosan las filas de pandillas mexicanos que les permiten redoblar sus actividades criminales.
En el último año, conductores y propietarios de empresas de transporte público en Chiapas, localizado en la frontera con Guatemala, han denunciado un aumento de los intentos de extorsión por parte de “delincuentes centroamericanos”, según una investigación de Associated Press publicada el 25 de enero.
Las poblaciones alrededor de Tapachula, ciudad al norte de la frontera Guatemala-México, han sido las más afectadas. En Huixtla, localidad a 80 kilómetros de la frontera, han disparado a conductores y se presume que en el último año se generalizó la extorsión, según acusan investigaciones periodísticas.
Se dice que al menos tres conductores han sido asesinados por negarse a pagar, mientras que otros han recibido golpizas y les han quemado sus vehículos, según versión publicada por Excelsior.
En octubre, la Fiscalía General de Chiapas anunció que abrió 122 investigaciones contra miembros de la Mara Salvatrucha 13 (MS13) y Barrio 18 en Chiapas. Entre enero y septiembre de 2022, fueron detenidos en Chiapas 148 presuntos pandilleros, incluyendo 50 de El Salvador, si bien no se especificaron los cargos.
En la policía del estado se creó una fuerza de tarea especial antipandillas y se desplegaron 350 soldados en los centros de transporte para responder al problema.
Las autoridades han señalado abiertamente la actual campaña en El Salvador, que ha puesto en prisión a más de 60,000 supuestos pandilleros y motivó la huida de muchos del país.
Es verosímil la hipótesis que investigan las autoridades, que dice que los pandilleros salvadoreños quieren replicar su economía criminal más importante en Chiapas.
El estado, en especial Tapachula, había sido por mucho tiempo punto de tránsito para los centroamericanos en su camino hacia Estados Unidos. Ahora el número de migrantes salvadoreños que solicitan asilo en México, la mayoría en Tapachula, aumentó a 80% en relación con los seis meses anteriores.
“La presencia de la Mara Salvatrucha, por lo menos en Tapachula, lleva muchos años y siempre ha sido solamente de tránsito”, explicó Carlos García, experto en pandillas centroamericanas, quien reside en México y es corresponsal de InSight Crime.

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