El desarrollo de nuevos tratamientos para la depresión es esencial debido al impacto que esta enfermedad tiene en millones de personas en todo el mundo.
Los antidepresivos actuales a menudo tienen efectos secundarios severos, tardan en hacer efecto y pueden generar resistencia.
Afortunadamente, un nuevo fármaco antidepresivo llamado KNT-127 podría revolucionar el tratamiento de la depresión, aliviando tanto el estrés como la depresión y causando efectos secundarios mínimos.
KNT-127 es un agonista de los receptores delta opioides (DOP). Los agonistas DOP son sustancias que se unen a los DOP en lugar del compuesto regular y causan el mismo efecto.
Estudios recientes han demostrado que KNT-127 es un potente agonista DOP con una actividad antidepresiva significativa, rápida acción y efectos secundarios mínimos. Sin embargo, el mecanismo de acción subyacente no se comprende completamente.
Investigadores de la Universidad de Ciencia de Tokio y la Universidad de Tsukuba llevaron a cabo un estudio utilizando un modelo de ratón con depresión para evaluar los efectos terapéuticos y preventivos del KNT-127.
Los resultados mostraron que la administración prolongada de KNT-127 durante y después del período de estrés mejoró significativamente la interacción social y los niveles de corticosterona sérica (una hormona secretada bajo estrés en ratones) en los ratones con depresión.
Además, KNT-127 suprimió la muerte neuronal inducida por estrés en el hipocampo en lugar de aumentar la neurogénesis, o la formación de nuevas neuronas. A diferencia de los antidepresivos convencionales, KNT-127 no afectó la neurogénesis incluso en condiciones sin estrés.
El estrés psicológico aumenta la cantidad de microglía y microglía activada en los cerebros de los ratones con depresión.
Curiosamente, la administración de KNT-127 suprimió la activación de la microglía y, por lo tanto, redujo la inflamación en el hipocampo en ambos modelos de administración.
En resumen, durante y después del período de estrés, KNT-127 previene la inflamación neuronal y reduce la muerte de nuevas neuronas sin afectar la formación de neuronas, ejerciendo efectos antidepresivos y antiestrés.
Aunque se necesita más investigación para obtener una comprensión más profunda de los agonistas DOP y el mecanismo subyacente de sus efectos antidepresivos, los resultados hasta ahora son alentadores.

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