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B. Yucatanensis, la nueva especie de isópodo gigante descubierta en el Golfo de México

En el fondo marino habitan criaturas fantásticas, que despertaron la imaginación de la humanidad desde tiempos remotos, incluso mucho antes de tener pruebas de su existencia. Se sabe que mientras más nos acercamos al fondo del mar, el ambiente se vuelve hostil para las criaturas que viven cerca de la superficie, al mismo tiempo que se convierte en el ecosistema ideal para otros tipos de vida.
Los isópodos gigantes, mejor conocidos como cochinillas de mar, son una especie marina que ha estado presente en los fondos del océano, incluso desde mucho antes de la extinción de los dinosaurios.
En 2017 y con ayuda de una trampa con cebo, un grupo de investigadores de la vida marina, conformado por expertos de Taiwán, Japón y Australia; logró capturar e identificar una nueva especie de isópodo gigante en las profundidades del Golfo de México, frente a las costas Yucatecas.
onsiderados como uno de los animales más antiguos del mundo, los isópodos gigantes, cuyo género es Bathynomus gigantescus; son unas criaturas marinas muy parecidas a los insectos bolita, también conocidos como cochinillas. También están emparentados con los cangrejos, las langostas, gambas y algunos moluscos.
Estas cochinillas gigantes viven en el mar y llegan a medir hasta 50 centímetros. Fueron descubiertos por primera vez en el año de 1879 por el zoólogo francés Alphonse Milne-Edwards, quien capturó un macho B. Giganteus en el Golfo de México; pero hasta la fecha, se piensa que abundan en el Atlántico.
as cochinillas gigantes de mar son animales basureros, se alimentan de los desperdicios que caen al fondo marino y hay registro de que tengan depredadores naturales. Pueden llegar a medir hasta poco más de 50 centímetros y su estructura está hecha por un exoesqueleto de quitina; material que compone las paredes celulares de los hongos y los artrópodos.
El cuerpo de los isópodos gigantes se compone de cabeza, tórax y abdomen, con antenas y patas pareados, así como de ojos similares a los de los insectos terrestres.
La nueva especie de isópodo gigante hallada en las aguas del Golfo de México en 2017, recibió el nombre de B. Yucatenensis; pues fue encontrada en las costas de la península de Yucatán.
Mide 26 centímetros y al principio se creía que era un ejemplar del B. Giganteus, descubierto en 1879, pero fue gracias a la minuciosa observación de los expertos que se pudo determinar el descubrimiento como un nuevo hallazgo para la zoología marina.
Se hizo un exámen molecular en el B. Yucatenensis para determinar su parentesco con el B. Giganteus y resultó ser la especie de isópodo gigante con la que comparte más similitudes, por lo que se teoriza que ambas tienen un antepasado en común.

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