Gert-Jan Oskam perdió la capacidad de caminar en 2011 cuando se lesionó la columna vertebral en un accidente de bicicleta en China. Seis años más tarde, el holandés logró dar algunos pasos cortos gracias a una pequeña serie de electrodos implantados en la parte superior de su médula espinal que emitieron pulsos de electricidad que estimulan los nervios. El dispositivo le permitió caminar, pero el proceso fue forzado y, a veces, frustrante.
De acuerdo con la revista “Science” un equipo internacional de investigadores informa que le dio a Oskam una mejor solución, una forma de cerrar digitalmente la brecha de comunicación entre su cerebro y la parte inferior del cuerpo.
Las ondas cerebrales que señalan el deseo de Oskam de caminar viajan desde un dispositivo implantado en su cráneo hasta el estimulador espinal, desviando la señal alrededor del tejido dañado y enviando pulsos de electricidad a la médula espinal para facilitar el movimiento. Oskam ahora puede caminar con más fluidez, sortear obstáculos y subir escaleras. “La estimulación antes me controlaba y ahora controlo la estimulación”, dice.
Esta nueva interfaz cerebro-columna también parece fomentar una mayor recuperación que la estimulación sola. Oskam, que conservó algunas conexiones de la médula espinal intactas después del accidente, también puede caminar con muletas incluso con ambos dispositivos apagados, algo que nunca antes había podido hacer.
Algunas lesiones paralizantes cortan por completo la médula espinal, pero más a menudo permanecen las conexiones dañadas entre el cerebro y la parte inferior del cuerpo. Durante décadas, los científicos han intentado encontrar formas de reparar estas vías nerviosas rotas.
El nuevo estudio se basa en el trabajo de Grégoire Courtine, neurocientífico del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Lausana, y Jocelyne Bloch, neurocirujana de la Universidad de Lausana. En 2018, el dúo y sus colegas demostraron que la estimulación espinal combinada con un entrenamiento intensivo podría ayudar a las personas con parálisis parcial a caminar.
Pero la estimulación espinal tiene algunos inconvenientes. Para comenzar a caminar o ponerse de pie, el usuario debe provocar manualmente la señal, por ejemplo, presionando un botón. Oskam todavía podía levantar el talón después de su lesión, y un sensor en su pie podía detectar este pequeño movimiento, lanzando el estimulador.
El sistema actualizado de Oskam le permite controlar con mayor precisión las articulaciones de la cadera, la rodilla y el tobillo. Después de 40 sesiones de entrenamiento, puede pisar, caminar, pararse e incluso subir escaleras. Y los beneficios parecen persistir incluso cuando los dispositivos están apagados, lo que sugiere que las conexiones entre su cerebro y la parte inferior del cuerpo pueden haberse fortalecido.

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