En un reportaje, el sitio especializado en tráfico de drogas y actividades ilícitas, InsightCrime afirma que ña creciente militarización y la llamada “guerra contra las drogas” han tenido un papel importante en el aumento de la violencia de género en México en los últimos años.
De acuerdo con un documento de implicaciones para sustentar políticas, publicado por el Wilson Center, la violencia contra las mujeres en México lleva años de crecimiento sostenido. Entre 2006 y 2021 fueron asesinadas en México cerca de 43,000 mujeres, según cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que también muestran un aumento sostenido del número de feminicidios y homicidios de mujeres año a año.
Organizaciones feministas y de la sociedad civil, como Intersecta y Data Cívica, junto con académicos mexicanos han afirmado que el aumento de los feminicidios y los homicidios de mujeres tiene relación directa con las políticas de seguridad y el crimen organizado en México, que se centraron más en la militarización durante ese periodo y han cambiado las formas y lugares en las que se presenta la violencia de género.
InSight Crime conversó con las autoras del reciente informe orientador de políticas sobre las nuevas tendencias en violencia basada en género en México.
Gema Kloppe-Santamaría es investigadora del Instituto de México en el Wilson Center. Por su parte, Julia Zulver es investigadora en el instituto Marie Curie, especializada en feminismo de alto riesgo.
Gema dice que las mujeres han quedado en una posición más vulnerable como resultado de las confrontaciones entre organizaciones criminales y de los enfrentamientos entre actores estatales y actores armados no estatales. En el proceso de militarización de la seguridad, mayor circulación de armas, ha aumentado la letalidad de la violencia contra las mujeres.
Para Julia Zulver, las mujeres y sus cuerpos han sido usados estratégicamente como botines de guerra y que se ha usado la violencia contra las mujeres como mecanismo de control de las comunidades. Esto es algo que vemos en zonas en conflicto en todo el mundo, pero no es algo que yo haya visto necesariamente en las comunidades en las que he trabajado en México.
Concluyen que en donde se recrudece la violencia entre las comunidades y la delincuencia organizada, donde hay enfrentamientos con el Estado, se observan patrones alrededor de quien se criminaliza. Muchas de las personas que conocemos y las mujeres y madres con las que he trabajado tenían hijos sin relación alguna con el crimen organizado. Y sin embargo, los desaparecieron y asesinaron por ser jóvenes, pobres y hombres de cierto color de piel.

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