La dismorfia muscular es un trastorno mental, según la edición del quinto Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en donde se ubica dentro de los Trastornos Dismórficos Corporales, caracterizados por la preocupación excesiva por la apariencia.
Algunos investigadores sugerían incluirlo en el grupo de Trastornos de la Conducta Alimentaria. Si bien, ambos comparten la preocupación y obsesión por la imagen corporal, en el caso de la Anorexia y la Bulimia Nerviosas el centro es la alimentación.
El estudio de la imagen corporal en varones ha revelado que mientras alrededor de 80 por ciento de las mujeres buscan la delgadez, 50 por ciento de los hombres quiere reducir de peso porque tienen sobrepeso u obesidad y otro 50 por ciento quisiera aumentar su masa muscular.
La doctora Rosalía Vázquez Arévalo, investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, señaló que los hombres con dismorfia muscular tienen una compulsión por el ejercicio, el cual pueden realizar durante 5 horas diarias sin ser deportistas. Además, alteran su alimentación y distintos aspectos de su vida se ven afectados, uno de ellos, el social.
“Es gente que prefiere estar muchas horas en el gimnasio antes que ir con los amigos; incluso algunos de ellos han perdido relaciones interpersonales, evitan asistir a reuniones sociales porque mucha de la comida que se ofrece tiene grasa y ellos evitan este componente; lo que quieren es el tejido magro”, explicó.
Conforme la obsesión por la imagen corporal avanza, los hombres con dismorfia muscular empiezan a presentar conductas nocivas para su salud. Por otra parte, pueden consumir esteroides anabólicos, ya que pretenden aumentar su masa muscular, aún con el riesgo de desarrollar afecciones cardiacas que los lleven a la muerte súbita.
Al respecto, la investigadora comentó que mientras en Estados Unidos el consumo de anabólicos está prohibido, en Europa no y en México la legislación no es muy clara al respecto y la mayoría de las veces estos se obtienen de manera ilegal.
10 por ciento de la gente que realiza pesas o está dedicada al fisicoculturismo puede padecer dismorfia muscular, estiman algunos estudios. Destaca que uno de los problemas relacionados con este trastorno es la baja autoestima. De hecho, muchos de los hombres que lo presentan buscan tener masa muscular porque dicen sentirse pequeños o débiles.
“Se piensa que la gente entre más delgada es más saludable y eso no necesariamente es cierto. El bajo peso está asociado a mayores infartos o problemas de desnutrición severos. Parece que somos solo cuerpo y este debe estar perfecto; descartamos nuestra inteligencia, sentimientos y otras habilidades. Debemos aceptarnos y buscar un cuerpo saludable de acuerdo a nuestras características”, concluyó.

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