Entre todos los fenómenos de la naturaleza existe uno que destaca por su belleza que atrapa hasta al ojo más incauto: la bioluminiscencia. Este evento ocurre cuando ciertos microorganismos reaccionan químicamente, produciendo luz visible. La luz suele ser azul o verde azulada, aunque en ciertos casos puede ser casi violeta, verde amarillenta y, con menos frecuencia, roja.
La bioluminiscencia es la capacidad de algunos seres vivos de crear luz a partir de una reacción química. Si bien la bioluminiscencia se presenta en mayor frecuencia en ecosistemas marinos, fuera de ellos también es posible apreciar el fenómeno en algunos hongos y animales invertebrados.
Puede parecer más ciencia ficción que ciencia, lo cierto es que también algunas bacterias, gusanos, moluscos, crustáceos, insectos, peces y medusas tienen la capacidad de emitir luz como resultado de la conversión directa de la energía química en energía lumínica, según un boletín de la Fundación UNAM publicado en mayo de 2020.
Cuando las olas rompen en la orilla agitan a estos microorganismos y provocan una reacción química donde intervienen el oxígeno, así como las sustancias luciferina y luciferasa, produciendo luz. El resultado es una playa que brilla en la oscuridad, con un espectáculo visual verdaderamente único.
Las playas bioluminiscentes mexicanas son, entre las principales, las siguientes:
Bucerías, Nayarit, que es una zona ideal para nadar a mar abierto, practicar buceo, kayak, entre otras actividades acuáticas. Los meses de agosto a diciembre son ideales para ver bioluminiscencia, especialmente durante las noches más oscuras.
Holbox, Quintana Roo, ofrece un espectáculo natural muy atractivo para quienes acuden a remar. El mejor momento para ver bioluminiscencia es durante las noches sin Luna o en zonas sin luz artificial durante los meses de junio a agosto.
Xpicob, Campeche, se puede observar durante todo el año, los meses con mayor actividad van de octubre a diciembre, mientras que los picos más bajos ocurren de enero a mayo. Todo dependerá del estado del tiempo, pues los oleajes fuertes y la lluvia alteran su presencia. La luz de Luna y la iluminación artificial pueden interferir para disfrutar de este fenómeno.
También están El Saltito, Baja California Sur, Laguna de Manialtepec, Oaxaca y las Lagunas de Chacahua, Oaxaca.
Algunos científicos consideran que la bioluminiscencia sigue siendo un misterio. Parte del reto es que los organismos bioluminiscentes de las aguas son difíciles de observar y muchos tipos de bioluminiscencia no se pueden notar bajo la luz visible ordinaria. Así, la bioluminiscencia es un tema que propicia los descubrimientos futuros.

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