Las macroalgas marinas son vegetales que viven en el mar y que, a diferencia de las microalgas que son microscópicas, se pueden ver a simple vista y palpar.
Existen una gran variedad de formas y tamaños, pudiendo medir desde pocos centímetros, hasta varios metros, como es el caso de los grandes bosques de Macrocystis, Saccharina o Laminaria.
Las macroalgas marinas son organismos fotoautótrofos que utilizan en su metabolismo nutrientes inorgánicos sencillos (carbono, nitrógeno, oxígeno) para producir compuestos orgánicos más complejos como proteínas, lípidos, carbohidratos y ácidos nucleicos.
Al igual que las plantas terrestres, utilizan la luz solar como fuente de energía que emplean en la fotosíntesis. Para ello se ayudan de diferentes pigmentos como clorofilas, carotenos, xantofilas, ficocianinas y ficoeritrinas, a través de los cuales captan la luz solar para, posteriormente, convertirla en energía química.
En la actualidad escuchamos hablar frecuentemente de los radicales libres y del proceso de oxidación, y del daño que pueden causar a los seres humanos. Podríamos pensar que la oxidación de la que tanto se comenta, producto de los rayos ultravioleta y causante del foto-envejecimiento de la piel, es un proceso que atañe exclusivamente a los seres humanos.
Sin embargo, la oxidación puede atacar también a las algas marinas que se encuentran sumergidas a diferentes profundidades en los mares y océanos. Los procesos de oxidación de la materia tienen sus bases a nivel molecular y pueden ocurrir en cualquier ser vivo siempre que exista oxígeno en el medio donde se desarrollan.
El estrés oxidativo es una condición que se presenta en los organismos cuando hay demasiadas moléculas radicales libres, y no hay suficientes antioxidantes para eliminarlas. Es posible que esto ocasione daños en las células y los tejidos.
En la actualidad existe un consenso general de que los procesos oxidativos desempeñan un papel importante en la expresión de diversas enfermedades humanas, como los procesos neurodegenerativos, el cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, daño hepático, e incluso en procesos naturales como el envejecimiento.
Estudios recientes han demostrado la importancia de los antioxidantes sintéticos en la medicina e industria alimentaria, ya sea en la inhibición o el retardo de la oxidación de biomoléculas y en este campo las macroalgas marinas tienen muchísimas posibles aplicaciones.

A %d blogueros les gusta esto: