Dado que el panorama inflacionario en el país ha mejorado, se podría discutir en próximas reuniones la posibilidad de reducir la tasa de interés; sin embargo, el ciclo será gradual conforme a los datos disponibles en su momento, afirmó Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México.
En entrevistapublicada por el periódico “ El Financiero” la funcionaria dijo que en el último comunicado de política monetaria, la Junta de Gobierno modificó la guía prospectiva, ya que ven el mantener la tasa en su nivel actual de 11.25 por ciento pero ya no por “un periodo prolongado” gracias al proceso desinflacionario en el país.
Este nuevo lapso abarcaría, al menos, la próxima decisión de política monetaria de diciembre, indicó. Por ello, esta tasa puede verse como el nivel terminal del ciclo alcista que ejecutó Banxico desde junio del 2021 para reducir la inflación.
Tras 15 incrementos entre junio de 2021 y marzo de este año, el referencial se ha mantenido sin cambios hasta la fecha.
“La mejora en el panorama inflacionario que estamos anticipando podría permitir comenzar ya a discutir en próximas reuniones la posibilidad de ajustar nuestra tasa de referencia a la baja”, dijo, y aclaró que de darse las reducciones “serían graduales” y “no necesariamente estaríamos ante un ciclo de bajas continuas. Esto es importante”.
Rodríguez Ceja especificó que los ajustes a la baja serán cuando las condiciones macroeconómicas lo permitan, lo cual “no lo vemos en lo que resta de este año”. Las decisiones monetarias se harán con base en la información disponible en la reunión correspondiente, reiteró.
Dijo que el índice subyacente, que refleja de mejor manera la inflación, también ha disminuido de manera consistente. En noviembre de 2022 alcanzó el máximo y ya está en niveles de 5.5 por ciento en octubre, sostuvo.
Con ello, justificó que persiste el balance de riesgos sesgado al alza por una eventual resistencia de la inflación subyacente, es decir, que pudiera descender de forma más lenta de lo que anticipan, mientras que hace unos meses la preocupación era que siguiera su tendencia ascendente.
Entre los riesgos al alza que plasmó la Junta de Gobierno están la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; depreciación cambiaria; mayores presiones de costos; que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada y presiones en los precios energéticos o agropecuarios.
Incluso, explicó que sus últimas expectativas de inflación tuvieron un ligero ajuste a la baja en el corto plazo.
Para el cierre de 2023, Banxico espera que la general termine en 4.4 por ciento y en el primer trimestre de 2024 esté en 4.3 por ciento sin embargo, reiteró que la inflación regresará al nivel objetivo de tres por ciento en el segundo trimestre de 2025.
