El misterio que envuelve al 95 por ciento del universo, compuesto por materia oscura (25 por ciento) y energía oscura (70 por ciento), ha sido motivo de especulación científica durante mucho tiempo. Sin embargo, un reciente estudio liderado por un equipo internacional de científicos, incluido el mexicano Yair Krongold Herrera del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, ha confirmado la existencia de materia ordinaria «perdida» en gigantescos halos que rodean a las galaxias.
El trabajo, publicado en la revista “The Astrophysical Journal Letters” destaca la importancia científica de este hallazgo, que proporciona pistas cruciales sobre la ubicación de la materia ordinaria en las galaxias, que antes se consideraba inaccesible.
Es así como el descubrimiento no solo aclara dónde está la mitad de la materia «ordinaria» detectable en el universo, sino que también abre nuevas vías de investigación para comprender los procesos de evolución galáctica.
Los halos galácticos, conocidos como medio circungaláctico, albergan gas caliente y tenue, dificultando su detección con telescopios convencionales. Para superar este desafío, los científicos recurrieron a observaciones en rayos X utilizando datos de los observatorios espaciales XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Chandra de la NASA. Este enfoque permitió rastrear la materia ordinaria en estos halos, revelando detalles previamente elusivos.
Yair Krongold explicó que, si bien ya se había detectado gas caliente en el halo de la Vía Láctea en estudios anteriores, este nuevo hallazgo es el primero en confirmar la presencia de materia ordinaria «perdida» en otras galaxias.
El descubrimiento se basa en la observación de sombras proyectadas por cuásares, objetos lejanos que emiten grandes cantidades de energía y actúan como faros naturales en el cosmos.
Los científicos alinearon sus equipos astronómicos con cuásares que reflejaban sombras, permitiendo la captación indirecta de la materia ordinaria en los halos galácticos. La estrategia de apilar datos de tres galaxias distantes refuerza la validez del hallazgo, al proporcionar evidencia adicional y consolidar la investigación.
El trabajo no solo representa un paso significativo en la resolución del enigma de la materia «perdida» en el universo, sino que también abre nuevas interrogantes sobre cómo el medio circungaláctico influye en la evolución de las galaxias.
Este enfoque científico estimulante promete desvelar más secretos del cosmos a medida que los investigadores continúan explorando las fronteras del conocimiento astronómico.

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