En el intento de dejar atrás el hábito del tabaco, muchos fumadores y sus seres queridos se preguntan por qué el tabaquismo es tan adictivo y, a su vez, tan difícil de abandonar.
La clave de esta adicción radica en la presencia de la nicotina, una sustancia química altamente adictiva presente en el tabaco, según la Dra. Guadalupe Ponciano Rodríguez, académica de la Facultad de Medicina y fundadora de la Clínica Contra el Tabaquismo de la UNAM.
La nicotina, considerada desde el punto de vista toxicológico como un veneno, actúa rápidamente en el cerebro cuando se inhala, estimulando la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado al placer y la motivación. La acumulación de receptores nicotínicos en el cerebro de los fumadores refuerza la asociación entre fumar y la sensación de placer, independientemente del contexto.
El área del cerebro más afectada por esta relación es el «sistema de recompensa», donde la dopamina influye en la percepción del placer, ya sea derivado de la comida, relaciones sexuales, música, o del propio acto de fumar. A medida que persiste el hábito, el cerebro experimenta cambios en su estructura y función, desarrollando millones de receptores nicotínicos adicionales y provocando desequilibrios en neurotransmisores como la noradrenalina y la serotonina.
Cuando los fumadores intentan dejar el tabaco, el síndrome de abstinencia se manifiesta con síntomas desagradables como dolores de cabeza, cambios de humor, problemas de concentración e insomnio. Simultáneamente, se desarrolla una dependencia psicológica asociada a creencias positivas sobre los efectos tranquilizadores y estimulantes del tabaco, complicando aún más el proceso de dejar de fumar.
La Dra. Ponciano destaca la importancia de tratamientos integrales para combatir la adicción a la nicotina. Estos incluyen medicamentos que reducen la intensidad del síndrome de abstinencia y terapias psicológicas como la conductual y la racional emotiva. La personalización del tratamiento es crucial, ya que cada fumador presenta necesidades y expectativas únicas.
En la búsqueda de soluciones innovadoras, la Clínica de la UNAM ha explorado la estimulación magnética transcraneal, logrando resultados positivos. Esta técnica, utilizada también en patologías como el Parkinson y la depresión, modifica el funcionamiento cerebral y aumenta la capacidad de inhibir el hábito de fumar.
La experiencia de la Dra. Ponciano resalta que dejar de fumar no solo es un acto de mejora personal sino un regalo de vida que impacta positivamente en la salud y calidad de vida, tanto del exfumador como de quienes lo rodean.
Además, considera que, dado el daño ambiental causado por el tabaco, dejar de fumar contribuye a la protección y cuidado del medio ambiente, sumándose a las múltiples razones para abandonar este hábito.

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo